domingo, 8 de junio de 2014

Un sistema de enorme valor

Defensa del monte indígena

La degradación del monte indígena en Uruguay es centro de las preocupaciones del grupo ambientalista Guayubira, que difundió un comunicado al respecto en ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente. A continuación se reproduce las partes centrales de ese texto.
Nuestro monte nativo tiene un enorme valor social, ambiental y económico, ya que abastece a las fuentes subterráneas de agua, que a la vez aseguran el flujo continuo de los cursos de agua de los que depende tanto la población como la producción agropecuaria; conserva las márgenes de los ríos y arroyos; constituye uno de los hábitat fundamentales para numerosas especies de la fauna nativa; es parte del paisaje, lo que abre grandes posibilidades en materia de desarrollo turístico; tiene un valor potencial en materia de productos alimenticios (fruta, miel, carne), medicinales e industriales (taninos, esencias).

El Grupo Guayubira, desde sus inicios, ha venido alertando sobre la disminución y degradación de este bien común, que en los últimos años ha experimentado un proceso de destrucción debido a la presión ejercida por otros usos del suelo, la introducción de especies exóticas y la tala indiscriminada.

Con el fin de cuantificar este proceso de destrucción del monte nativo y de aportar elementos para el tan necesario fortalecimiento de los controles gubernamentales que apunten a su protección, fue que encomendamos un estudio comparativo de la situación actual respecto a la información histórica.

La investigación se realizó por cuencas hidrográficas, las unidades territoriales operativas de los consejos regionales de recursos hídricos implementados a partir de la aprobación de la política nacional de aguas.

Estos consejos ofician como ámbitos para la discusión y posible monitoreo de las situaciones ambientales de las respectivas cuencas hidrográficas.

Del estudio se desprende que en estos 20 años, que coinciden aproximadamente con la entrada en vigencia de la Ley forestal (1989), se ha registrado una disminución de la superficie del bosque nativo de cerca de12 por ciento respecto a 1990.

Los autores consideran que, en una primera etapa, “el avance de la forestación, integrada con los muy bajos niveles de control de la protección del bosque, debe haber generado una importante disminución de áreas de bosque nativo”.

El segundo impulso se vincula al proceso de intensificación agraria comenzado en 2004, que generó nuevos procesos de avances sobre el bosque.

Una tercera etapa parece ser la actual, “donde el aumento de los controles (en cumplimiento de la ley) seguramente está reduciendo en forma significativa el proceso de destrucción del bosque nativo”.

Creemos que para asegurar el futuro de nuestros montes, y por ende de nuestros ríos, arroyos, el agua limpia, el ambiente sano, el desarrollo turístico, en suma nuestro futuro, se deben aunar esfuerzos y actuar sobre el conjunto de causas que llevan a su desaparición y degradación.

Nuestro esfuerzo estará puesto en acompañar e impulsar toda iniciativa que vaya en esa dirección.

Grupo GUAYUBIRA

5 de junio de 2014